El COMPROMISO DE LA UNIVERSIDAD CON LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
La universidad está llamada a desempeñar un papel cada vez más importante y fundamental dentro de la formación del capital humano de un país y en el uso de las herramientas de aplicación que le permitan a este, generar riqueza reflejada en los índices de calidad de vida de sus habitantes.
Teniendo en cuenta, como los cambios de orden económico, social, político y cultural que se han venido presentando de forma progresiva y en ocasiones acelerada son producto del fenómeno de la globalización, y como estos han influenciado los sistemas de información y comunicación generando la denominada era de globalización del conocimiento, siendo esta, no más que el ilimitado proceso de sobresaturación de la información en la que estamos inmersos hoy día, y la problemática que se deriva de su buen o mal uso; se evidencia la necesidad de encontrar las herramientas para convertir toda esa información en conocimiento útil que permita la apropiación de aprendizajes dinámicos que junto con el modelo tradicional de la universidad de contribuir en el descubrimiento y desarrollo de habilidades/destrezas en las nuevas generaciones permita la interacción entre estas, y se presente como un proceso generador de cambios no solo en la academia sino en la sociedad y sus entornos. De esta forma se pretende entonces, que la sociedad del conocimiento, no solo permita la producción de conocimiento nuevo y útil; sino que debe como una de las misiones responder apropiadamente y coherentemente a las necesidades y problemas de la sociedad, además de resolver acertadamente problemas generales y particulares de los diferentes sectores de la economía, siendo esta labor, la aplicación práctica de esta interrelación de conocimientos teorico-practicos, los cuales deben ser propuestos como objetivos, y de esta forma ser plasmados en los diseños curriculares de las universidades para que ejerzan el efecto mencionado.
De esta forma, la universidad con el proceso de globalización desempeña un papel más dinámico y activo en la formación de personas y profesionales con capacidad de respuesta frente a las diferentes problemáticas de la sociedad y su entorno, con integralidad, y sobre la base de un desarrollo interno más humano y sostenible. Siendo necesario para el logro de este objetivo contar con una base científica en los curriculos, de tal manera que el egresado adquiera una formación integral, que le permita influir creativamente en la transformación de su entorno. Así, la Universidad no debe limitarse solo a la formación de profesionales, sino que como centro de producción de conocimientos le corresponde la búsqueda de soluciones a los problemas del medio en que transcurre su accionar. Siendo necesario para ello salir del claustro universitario e interactuar con el entorno, como también estar al día con las tendencias de la ciencia y la tecnología a nivel mundial. En este sentido, se hace necesario no solo reformar profundamente el manejo administrativo de las universidades, de tal manera que el desempeño sea en función de la excelencia académica y la producción de nuevos conocimientos. Siendo un reto superar el atraso y encontrar alternativas de desarrollo más acordes con las exigencias del mundo actual.
Finalmente, la universidad tiene el compromiso de mejorar y estar en armonía simbiótica con las necesidades y entornos de la sociedad, siendo indispensable para ello la integración eficiente entre los programas que se ofertan, y la ciencia, la tecnología, la investigación, y la información; observándose como los nuevos modelos de formación exigen el desarrollo de competencias en donde en mayor o menor medida se exige el uso de las tecnologías de la información y comunicación, independientemente si es presencial o virtual. Siendo en el docente un reto, el estar en constante cambio, adaptación y actualización de los fenómenos que rodean estos procesos de formación.
Sin embargo, el anterior planteamiento contempla idealmente el papel de la universidad en la sociedad del conocimiento, pudiéndose visualizar, como además de propender en algunos la calidad académica, la producción de conocimiento y la interacción entre la ciencia y la tecnología, en otros establecimientos según se alcanza a observar, lo que prima son metas de cantidad y rendimientos financieros.
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